Este seminario comenzó explicando que CEMEX es una de las mayores productoras de cemento del mundo y cuenta con más de 50.000 empleados y presencia en 50 países del mundo. Consciente del crecimiento exponencial de las redes sociales, han decidido apostar por cambiar la cultura de la empresa hacia la colaboración para aprovechar todo el conocimiento y las experiencias para mejorar la empresa.
El programa contempla hacer fomentar la colaboración para llegar a propuestas innovadoras. La colaboración entre empleados de distintas partes del mundo permite resolver problemas de una manera más eficaz. En este proceso de colaboración no hay ninguna jerarquía establecida: todos los empleados tienen el mismo peso. A través de la colaboración se favorece la innovación. Al resolver los proyectos de manera colaborativa se favorece la creación de ideas innovadoras. Algunos de los problemas planteados son grandes retos para la compañía a los que la red presenta propuestas y mejoras.
La plataforma que hace posible esta realidad se llama Shift. Está desarrollada a partir de componentes de IBM, con algunos productos de terceros e incluso algunos desarrollos propios. Para favorecer la participación, existe un mecanismo de reconocimiento, donde los empleados tienen un registro de sus mejores propuestas, visibles para todos los demás. Se hace también un seguimiento a los que menos la usan, intentando explicarles las ventajas.
El resultado final son una infinidad de comunidades creadas en distintos países y sobre distintos temas, con más de 500.000 visitas diarias. Aunque la inversión ha sido millonaria, los resultados lo han compensado con creces: la red mantiene un catálogo actualizado de todos los productos de CEMEX, proyecto que había fracasado al afrontarlo de una manera centralizada. Desde hace pocos meses se ha convertido en la intranet de CEMEX lo que muestra el profundo cambio en la cultura de la empresa hacia un modo de trabajo colaborativo.
]]>
Dicho estudio señala que Suecia, Finlandia y los Estados Unidos están a la cabeza en capacidad innovadoras, por delante de Suiza, Inglaterra, Taiwán, Japón, Corea y Alemania, que se sitúan entre los veinte países más innovadores.
Este informe, con el que se miden una amplia gama de factores políticos e instituciones que contribuyen al fortalecimiento de la innovación en 131 países, estudia entre otras cuestiones el entorno institucional, los recursos del capital humano, la presencia de inclusión social y el marco legal y regulatorio.
De acuerdo a este estudio, España ocupa un puesto “relativamente bajo” para un país con unos ingresos per cápita por encima de los 30.000 millones de euros. Su posición es inferior a las de las tres repúblicas bálticas, y se sitúa un puesto por encima de Chile, el primer país sudamericano en innovación, tal y como recoge Europa Press.
El informe indica que entre las debilidades que rebajan el potencial para la innovación de España, destacan las trabas a la creación de nuevos negocios debidas a una “excesiva burocracia y tramitación innecesaria”, bajos niveles de inversión en investigación y desarrollo, bajos niveles de penetración de las nuevas tecnologías, y una Administración Pública “menos eficiente” que la de otros países de nivel económico similar.
Asimismo, el informe indica que España carece de una sola universidad entre las primeras cien instituciones de educación superior del mundo.
]]>